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Mostrando las entradas de mayo, 2021

Respuesta de Fito Páez a Moria Casán// 2

  Buenos Aires, 25 de mayo de 2021       Moria, me tuve que tomar unos días para responderte porque tus argumentos me persuaden siempre. Yo no se si será que me pasa porque caí en la escuela publica, o es tu magnetismo que nunca pierde fuerza.     Pero en la vida hay que ser loquitos recatados, y te lo digo hoy con tanta agua que ha pasado bajo el puente durante mis primeros 58 añitos. Evalúe la situación y me es imposible salir del eje de crear a pleno para este disco, que por la crisis provocada por la pandemia, es indispensable que salga como lo pienso. Detrás de mi subsisten muchas familias.     Aunque te prometo que cuando este nuevo bebé esté en el horno lo primero que voy a hacer es ir a visitarte, quiero escuchar tu lengua karateca en acción y respirar tu diabólico ángel, reina.   Que estés óptima, como solo vos sabes, y nunca pierdas el magnetismo Fito

Protocolo de escritura de "La segunda semana en el campo".

Me estoy por ir a caminar y me planteo escribir aunque sea el principio del cuento. Tengo la idea de hacer algo fantasioso. Escribí hasta la parte de que se sentía que el ruido era de la cocina. Vuelvo de caminar. No se me ocurre nada, releo todo lo escrito para ver por dónde seguir. Pienso en continuar con la historia que venía desarrollando, agrego lo de mi hermano. Escribí hasta lo de las fotos de los enanos. No me siento inspirada pero quiero terminarlo. El texto comienza a permitirme agregar ideas. L o termine y ahora lo voy a revisar, seguramente muchas cosas tenga que modificar pero quede conforme con la primera impresión. Obviamente, encontré errores de gramática y ortografía y los corregí. Lo leí entero detalladamente y quede conforme.

"La segunda semana en el campo"

Era invierno, a medianoche. Como era habitual, me desperté para ir al baño y tomar un vaso de agua, para luego regresar a mi cama. Volví, me tapé y cerré los ojos. De repente me siento caer hacia un pozo sin fin, me desespero y mucho, estoy gritando pero nadie me escucha. Se sentía blando, oscuro y frío. El estruendo de un espejo que se reventó contra el piso me hizo saltar de la cama. Mi corazón latía muy fuerte y jadeaba por el mal momento que había pasado. Todo indicaba que era una pesadilla, aunque lo del vidrio si era en mi casa, en mi propia casa, más precisamente se sentía que venía de la cocina. Entre el susto y el estado de somnolencia, me puse las pantuflas. Mi hermano que duerme en una cama al lado de la mía no estaba, pero supuse que ya se había ido a la escuela, aunque algo en mi interior me extrañaba. Salgo del cuarto, me ruge la panza, necesitaba con urgencia el café y las dos tostadas de todas las mañanas, así que encaro para la cocina.  A partir de ahora todo cambi...

Carta de Fito Páez a Campanita// 2

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina País del nunca jamás          Campanita:     Me demoré en volver a escribirte porque tu carta me dejó knock out. O sea, por un lado un completo flash de poder lograr comunicarme con un personaje tan literalmente mágico, y por el otro, por la rudeza que maneja alguien que prejuzgaba como "de algodón".     La vida me enseñó que rendirme no está dentro de lo que posiblemente sea mi destino, ni tampoco lo que quiero, así que en esta carta voy a hacer honor a esto.     Cuando era un niño de tan solo 11 años, yo pensaba y todos colaboraban a eso, que ser un músico que conquiste a su país y a gran parte del mundo era prácticamente imposible. Lo peor es que eso no era solamente un miedo de un infante, sino que, fuera de mi familia, cuando lo contaba, nunca recibí respuestas más esperanzadoras que una palmadita en el hombro y un "bueno, en unos años esto ...

"La forma de la espada" Jorge Luis Borges

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    En el cuento "La forma de la espada" convergen dos historias, una es la de Borges, que cuenta como el Inglés de La Colorada al querer comprarle campos a Cardoso le dijo que le confiaría la historia de su cicatriz para que éste aceptase vender. Borges relata cómo es que por una tormenta debe quedarse en La Colorada, y allí, luego de beber ron con el Inglés, quien le había comentado que en realidad era irlandés, y en estado de ebriedad, le menciona a la tan notoria cicatriz.      Allí comienza el Inglés a relatar lo sucedido, la segunda historia. Lo que contaba parecía mostrar que era él quien en la guerra había protegido, resguardado, curado y comprendido a Vincent Moon y que lo había oído "venderlo", cuestión por la que le tajeó la cara. Al finalizar este relato, el supuesto Ingles le confiesa a Borges que él es Vincent Moon y que había traicionado al hombre que lo amparó.      El narrador de la primera historia e...